¿ValparaMall, ValparaPuerto o Valparaíso?

El rechazo de la Corte Suprema a la construcción del controversial Mall Barón nos da la oportunidad de plantearnos qué ciudad queremos para el futuro. Hacia qué carril debe dirigirse nuestra ciudad de cara a los próximos 100 años. ¿Queremos una ciudad turística? ¿ser netamente portuarios? A esta altura del partido, no es una pregunta simple, la ciudad ha sido abandonada por el gobierno central, tenemos una ley de puertos y una ley Valparaíso que al parecer no avanzan y duermen una siesta junto a los honorables en el Congreso.
Y tomándolo desde esa perspectiva, ¿cuál sería el objetivo de convertirnos nuevamente en el Puerto principal del país si los recursos finalmente se van para Santiago? Así que por ahora dejemos esa alternativa en pausa, si queremos ser una ciudad puerto debemos exigir que estas leyes sean aprobadas, de lo contrario solo significará más recursos para la capital.
Si imaginamos que nuestra ciudad se convierte en un polo de turismo nacional y extranjero, ¿Qué tipo de turismo imaginamos los porteños? Acaso queremos ser una ciudad tipo Miami repletos de malls, una ciudad para hacer “shopping” y sin más identidad que un lugar para comprar lo que está de moda? Porque este es el camino que estábamos llevando con la construcción del Mall Barón.
Valparaíso es una ciudad pequeña, ¿será necesario otro mall? ya tenemos el centro comercial del pasaje Ross, las tiendas de CENCOSUD en el ex gasómetro y además en el sector de la Plaza Victoria las megatiendas Ripley y Falabella. Acaso ¿no necesitaremos valorar lo que nos convierte en una ciudad única y potenciar el arte, la cultura y la bohemia que convirtieron a la ciudad en ícono chileno en el mundo entero?.
Imaginemos por unos segundos una ciudad en la que el Municipio no se encuentra endeudado hasta el cuello, en la que todos los ascensores funcionan y conectan los cerros formando rutas turísticas que muestran otro lado de la ciudad. Imaginemos que recuperamos el Parque Pumpin donde todos los fines de semana las familias van a disfrutar de la naturaleza. Imaginemos un borde costero abierto para toda la ciudadanía con museos, negocios y espacios que respeten el espíritu de la ciudad. Imaginemos una ciudad en donde no se construyen más megatorres y la vista a la bahía es patrimonio de todos los habitantes. Imaginemos que se recuperan las canchas de los cerros y de los mismos equipos que pueblan cada barrio salieran los nuevos jugadores que le darán vida al Decano del futbol chileno. Imaginemos una ciudad con baños públicos y sin miedo a que durante la noche los muros de las casas y edificios sean rayados con dudosas muestras de arte, imaginemos a los talentosos muralistas que habitan nuestra ciudad llenando de colores las calles, pasajes y cerros.
Imaginemos…o quizás debamos dejar de imaginar, empezar a actuar, a trabajar junto a nuestros vecinos de toda la vida y organizarnos para mantener lo que hace únicos nuestros barrios, asistir a los Consejos municipales y exponer nuestra postura, repletar los correos de nuestros senadores y diputados exigiendo que se le dé avance a las leyes que beneficiarían a nuestra ciudad. Generar proyectos con nuestros amigos y vecinos que hagan revivir la vida en los cerros. Si amamos Valparaíso, no podemos quedarnos de brazos cruzados, es nuestra obligación como porteños trabajar codo a codo para que la Joya del pacífico vuelva a brillar sin depender de megaproyectos que no dialoguen con la ciudad o políticos que se dedican a hacer lobby a favor de quienes les financiaron las campañas en vez de representar a los ciudadanos.