Diario de un porteño: Prólogo

Cuando mi abuela falleció decidí abrir este blog en su honor, ella odiaba Valparaíso por ser sucio, desordenado y todo eso que los porteños hemos escuchado cientos de veces; pero fue ella la que me mostró la ciudad, me llevó a recorrer los ascensores, calles y paseos, donde aprendí que sus palabras eran verdad, pero tal como uno cuida su casa uno debe cuidar su ciudad y ser un aporte. Fue ella la que me hizo entrar al actual Teatro Municipal cuando todavía era cine y podías pasar toda la tarde en el rotativo, ahí conocí a Terminator o Alien mucho antes de los dibujos animados.
Fue ella la que me enseñó el valor de las picadas, que la comida casera es mil veces mejor que un restaurant ABC1 y lo aprendí de primera fuente porque fue ella la que tenía su propio restaurante en pleno Barrio Almendral y fue ahí donde crecí, mi patio de juegos fue la Plaza O’Higgins y vi como poco a poco surgía el Congreso. De chico recorrí los cachureos de la calle Uruguay donde compré mis primeros cómics y donde mi mamá, en el quiosco de la esquina, compraba los libros de las ediciones Zig-Zag.
Aprendí gracias a ella y mi familia que para ir a comprar al Carretero no se puede ir de 2 a 4 porque la gente almuerza y tiene que tomar la siesta, me enseñó de esos tiempos en que la vida era más relajada, donde no había teléfonos celulares ni menos internet, donde las micros y los troles tenían letras como la tradicional O ó la clásica rompehuesos conocida como la Z.
Aprendí a comprar en el persa, a veces en el Rivoli otras veces en el Barón. No había malls y lo más cercano a comida rápida eran los completos del Paola.
Me quedan muchas cosas en el tintero y sé que poco a poco irán apareciendo, pero gracias a ella y mi familia aprendí a amar Valparaíso y sus cerros.
Y es desde este espacio donde intentaré ir contando cómo vivo la ciudad, cómo respiro el puerto.
Si has llegado leyendo hasta aquí, te invito a que te subas a este bote y comiences a navegar en el humilde “Diario de un Porteño”
utah que bonito……a mi no me gustaba el puerto de niño…. aunque creci recorriendo ciertos lugares por mi familia…y yo mismo naci en Playa Ancha… con los años fui aprendiendo el valor de Valpito… de su historia…de su arquitectura… de su gente…. ahora me maravillo recorriendo sus calles… cerros y escaleras… esos pasajes reconditos….esas subidas interminables… esas construcciones precarias o magnificas….me maravillo cada dia…gracias por este espacio!!!